viernes, 12 de octubre de 2007

Claudia Fernández la Charrúa rubia ardiente

Claudia Fernández dice que le encanta ponerse en cuatro como una perrita. “Cuando lo hago en esa posición, me tocan el punto G y me enloquece.”


Textual de Moria Casán, exactamente una semana atrás. “¿Mi sucesora? Falta alguna completa, la chica que tenga el combo ideal. La que canta, no baila. La que baila, no canta. Y la que actúa no hace ninguna de las otras cosas. La única que se destaca, hoy, es la uruguaya Claudia Fernández. Ella sí que tiene gracia, porte, carisma y condiciones. Además, es sexy, sabe ocupar muy bien el escenario, y puede mantener una conversación interesante sin caer en tonterías. Cuidado, que en ella veo a la nueva Moria”. Además de los títulos de vedette número uno de la Argentina, indiscutida diva del teatro de revista, y estrella luminosa en el firmamento del espectáculo argentino, que tiene largamente ganados en tantos y tantos años de profesión, la Casán podría reclamar, si quisiera, el título de vidente. Apenas siete días después de aquella declaración efectuada sin grandes pretensiones, los hechos parecen encaminados a darle la razón. Y con ella en el medio de la batahola, la realidad adquiere otra dimensión. Una dimensión gigantesca. Por su renuncia (o por el despido de Nito Artaza), Moria dejará de pertenecer a las huestes del correntino desde la función final de Bailando por un voto, el actual (y último) espectáculo de la dupla.

Nito seguirá haciendo revista. Lo aguarda una dura –por la variedad de propuestas– temporada veraniega en la cada vez más competitiva Mar del Plata. Entonces, necesita otra figura. Otro nombre convocante. Alguien que, de alguna manera, suceda a Moria. Quizá sin ocupar su lugar, pero que pueda llevar con dignidad la primera posición en el campeonato de las chicas más lindas del elenco. Y la elegida, como si la opinión de Moria hubiera tenido curiosa incidencia en la decisión de Nito, parece ser Claudia Fernández. La uruguaya. La nueva…

Conocidas. Moria y Claudia se vieron por primera vez mucho antes del Bailando por un sueño de Tinelli. Cuatro años atrás compartieron escenario en Montevideo, en una revista que se llamó Boom la reviur. De los dos sketches que hacía Claudia, uno se lo había cedido Moria. “Fueron seis meses increíbles. Aprendí mucho de ella, fue una gran maestra para mí. Me ayudó un montón, me dio consejos. Me nutrí de ella, como de todos aquellos con los que trabajé en su momento. De Reina Reech también aprendí, y hasta de Miguel Angel Cherutti saqué cosas buenas. Así que imagínense de Moria”, comentó cierta vez la Fernández. Igual, la admiración de Claudia no nació cuando fueron compañeras. “Ya de adolescente la admiraba, y en cierta forma quería ser como ella. Siempre fue y seguirá siendo una estrella para mí, la gran estrella del teatro de revista. Es un ejemplo, una número uno, una mujer con la que da gusto hablar o verla trabajar. La gran diva de la Argentina, sin dudas. Sé todo de ella, cómo piensa, cómo habla, cómo maneja su carrera, porque cuando vivía en el Uruguay compraba las revistas y buscaba sus notas”, contó Claudia, quien les confesó a sus compañeras de Bailando y Patinando que le “temblaron las piernas” y se “llenó de emoción” cuando supo de aquellas declaraciones de Moria de hace una semana. Palabras que parecen, siete días más tardes, una videncia. Incluso, la Fernández contó: “Fuera de cámaras le fui a agradecer, pero ella me dijo que no hacía falta. Fue un orgullo todo lo que dijo, algo muy groso, porque yo, que sigo siendo una aprendiz, conseguí todo con mucho esfuerzo”.

¿ Problemas? Simpatizante de Nacional de Montevideo (“y en la Argentina de San Lorenzo, qué sé yo…”) y fanática del seleccionado uruguayo (“no me lo pierdo cuando juega en el Centenario”), a Claudia quizá se le presente por delante el partido más importante de su carrera profesional. Sin embargo, algunos obstáculos podrían embarrarle la cancha. O el camino hacia el trono de Nito. Uno de ellos –el más importante– es la propuesta de Gerardo Sofovich para hacer una comedia musical junto a Nazarena Vélez. La oriental recibió otros ofrecimientos (inclusive, uno para participar en el centenario del mítico teatro Maipo), pero con Sofovich la une una relación contractual, y de allí la posibilidad de un conflicto. Gente cercana a la uruguaya confesó que “todavía no firmó nada”, y que un ofrecimiento concreto de Nito la haría cambiar de rumbo. “Su relación con Nazarena tampoco sería la mejor”, agregaron las mismas voces. Moria ya no está con Nito. Si Claudia deja a Gerardo, y la diva arregla con el Ruso, habrá enroque, como en el ajedrez, y el conflictivo tablero del teatro de revista cambiará para siempre.

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