Alberto Martínez dijo:
Escanlar :
ni me gusta hacerme dar (por ciertos gestos, gustos, y tics tuyos creo que a vos si), ni me despertás odio. Es increíble que un tipo que está en un espacio de un medio de comunicación, no sepa el alcance de ciertos términos. Me voy a tomar el trabajo de explicarlos a mi modo.
Surje en mis recuerdos, cuando comentando hechos sobre problemas sociales en un programa de ZU, dijiste “pobre contra pobre, lumpen contra lumpen”. Es triste que no sepas la diferencia entre pobre y lumpen. Si pudiera graficarlo de algún modo, te diría : vos no sos social y económicamente pobre, pero intelectualmente sos un lumpen. Queda clara la diferencia ???
Ahora sobre el odio. El odio es un sentimiento aunque innoble, grande, importante. No se odia a cualquiera, del mismo modo que no se ama a cualquiera. Es un sentimiento igual pero opuesto al amor, nos insume tantas energías como el otro, nos marca tan profundamente como el otro. Algo muy distinto, y que la gran mayoría de los Montevideanos (no digo uruguayos, porque vos sos un fenomenito local, de la aldea, nada más) es el desprecio. Yo puedo sentir un odio muy profundo a alguien que me hirió, que me hace daño a mi, o a quienes quiero. El torturado es problable que sienta odio por el torturador. Pero ante gente como vos, uno solo puede sentir desprecio, liso y llano.
Y ojo, al desprecio también hay que dedicarle su tiempo. Porque vos llevas al resto de la gente una ventaja : detentás un espacio que la sociedad te permite (la onda de radio en la que estás es del dominio público) y que la empresa privada te otorga. Y desde allí podés decir todas las estupideces que quieras barnizadas de genialidad, disfrazado de outsider, creyendo que sos sumamente inteligente y que tu humor es tan fino en su grosería, que está más allá del intelecto de cualquier mortal común (lumpenes para vos).
Y ese poder ínfimo que aprovechás en tu provecho personal y en la lambeteada que le dás a tus patrones, no es igualitario para con los demás. Pocas veces cometí la tontería de escuchar programas en los que estés, menos en radio. Pero cuando lo hice, escuché que acostumbrás pasar al aire comentarios gansos de otros tan gansos como vos que no te bancan. Pero sos terrible vivo : ponés al aire solo lo que te conviene, por su falta de nivel. Nunca nadie que pueda REALMENTE y con altura, dejarte pegado ante la audiencia. En definitiva, más de lo mismo : las alabanzas se parecen mucho a los insultos livianos, AMBOS abonan el altar en el que creés estar subido.
Sobre Alberto Restuccia se más de lo que tu, seguramente. Dabas vuelta en los testículos de tu padre (desde donde es una pena que hayas salido) cuando hacía mis primeras armas en teatro ….. si algún día querés saber algo de aquella época, averiguá sobre una obra llamada Marat Sade …. Obviamente, no tenía la calidad para durar. Pero de los 60 hasta la fecha, he calentado unas cuantas butacas. Restuccia considero que no es ni angel, ni demonio. Colaborador de la dictadura, no podría asegurarlo. Cómodo durante ese período, sí, como muchos que hoy ni se los nombra. Pero, aunque en todos los sitios hay gente inteligente, ni genio, ni filósofo, mucho menos hippie, y ni que hablar libertario. Si lo hubiera sido, se hubiera ido a México con tantos otros en su momento.
Escanlar, no puedo pedirte que te dediques a otra cosa, porque a tus patrones le resultas lucrativo. Pero en mi imaginación, si cierro los ojos, veo a un gordito egocéntrico, creido que es un genio, sentado atrás de un triste mostrador de empresa pública, mirando el reloj a ver si puede rajarse como cualquier ñoqui pidiéndole a alguien que le marque la tarjeta. Porque a más que eso (un parásito público), si la sociedad tuviera algo de justicia, no deberías haber llegado.y lo dijo el 10 de Abril del 2007 a eso de las 15:13
Hacer Clic aquí para ver el artículo en la Revista Freeway
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario